A quién se le ocurriría que hoy la culpa fuera nuestra, de que idealizara este día como uno perfecto, para que no lo olvide...para que no lo olvides... aquí estoy para seguir en nosotros mismos. Siento el calor de tu piel cada tarde de invierno que compartimos y veo el color de tu alma, entre las sombras que dibujamos y que vestimos. Luego... todo lo respondes con sueños sin distancias y vuelas rompiendo aquellos vastos silencios que no existen, los de nuestra canción, con risas que caen en el balcón... un cigarrillo compartido y dos besos escritos.
Por @AnuarFar
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