"La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema."
-Woody Allen.
Hoy desperté temprano y renací ante el Estado, ese Estado imprefecto en el cual nací biológicamente gracias a mis padres y ahora trato de sobrevivir día a día. Ese Estado alejado de las ideas que tenían tanto Platón como Marx de perfección, cada uno a su propia manera (respetables las dos). Y digo renací ya que hace unos cuantos ayeres perdí mi IFE (Credencial para votar, documento oficial de la Nación que nos acredita como cuidadanos capaces de ejercer el derecho al voto "democrático"), y hoy 25 de Noviembre recuperé dicho documento. (sí, un mes antes de Navidad y de un viaje a Mazunte, playa que amo y añoro).
Ahora, ¿Por qué el Estado nos exige ser sus hijos, cuándo él (en México y varios países por lo menos) no vela por nosotros como padre, como autoridad responsable de una "democracia plena" y como país, si no por sus propios intereses? Gran parte de ésto se lo podemos adjudicar a la y los políticos corruptos y con sed de poder, aunque no me trato de justificar con ésto porque sé que otra parte y sumamente importante radica en el propio cuidadano, como tú y yo. El mexicano en lo general es flojo, y muchos adejetivos calificativos más que en conjunto con la política y otras variables corrompen al sistema, y muy bien.
Por ahí leí una frase que me gustó mucho y quiero compartirla "Los políticos y los pañales deben ser cambiados con frecuencia, ambos por la misma razón." ¡Y cuanta razón en dicha frase!, sólamente que los de México por regla general se cambian por otros con más mierda, así, el país cae en un hoyo sin salida. Y no es que quiera hablar mal de mi país, sólo es una verdad que estamos viviendo día a día, ¿Cuánta gente se esta muriendo de hambre, mientras que nuestros gobernantes hacen y deshacen a su gusto, algunos ganan más que cualquier dueño de negocio, que se ha partido el alma en pedazos para lograr tener una hija, llamada empresa, sea pequeña, mediana o gran corporativo? ¡Y vaya que ellos si las cuidan cual padres a hijas!
Cambiemos nuestra propia política, desde el interior, desde nuestra alma para lograr una perfección, o por lo menos, tratar de alcanzarla en la vida diaria. Cambiemos la política de nuestro hogar, por una justa, que nos haga vivir en armonía con los nuestros, con nuestra familia, nuestros vecinos, conocidos, amigos y enemigos. Cambiemos nosotros antes de tratar de cambiar a un Estado, ya corrupto e injusto para muchos (aunque los términos justicia e injusticia sean tan subjetivos como cada individuo). Tampoco quiero decir que cambiemos nosotros y llegemos a una hipocrecía tal que no merecemos ni se merece. No perdamos nuestros documentos oficiales, y si pasa, recuperemos éstos y renazcamos ante un Estado, renazcamos nosotros mismos, hagamos renacer nuestras almas al conocimiento y a la razón, para así, cambiar nosotros si el Estado no lo pretende hacer.
Con esta pequeña reflexión me voy, tengo hambre (raro), no he desayunado y tengo trabajo por realizar. Nos vemos al rato y quien tenga pañales nuevos, renazca ante todo ésto. ¿Otro cigarro? Sí...
No hay comentarios:
Publicar un comentario