martes, 1 de septiembre de 2009

Historia del nombre de una estrella.

Estoy aquí... tranquilo y bohemio mientras la noche conduce al día; mirando hacia el universo infinito... pensando, reflexionando, inventando, reinventándome. Pasan las horas y el tiempo se va, pronto éste ya no existe... ya no respiro, ahora suspiro.... De inmediato idealizo una estrella en el brillo de tus ojos, así como en tu mirada. Y la descubro pronto en ese espacio infinito, sola, fugaz, audaz... en ese cielo azul profundo y negro eterno. Le pongo un nombre que me recuerda a ti, a tu escencia y a tu espíritu. Con mi permiso, sin prohibición y tu entendimiento le pongo tu nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario